28 noviembre 2011

Copas de chocolate y nata



Quiero utilizar esta atalaya que me otorga la página oficial (bueno, no hay otra) de Cada Día, Peor para reivindicar las Copas Danones de NATA de una vez por todas. Es que viendo el anuncio me dí cuenta de que preguntaban algo así como, "¿te aburres cuando se acaba la nata? Pues ahora más nata en tu copa". Pues saben lo que les digo. QUE SÍ, QUE YO ME ABURRO LA HOSTIA CUANDO SE ACABA LA NATA. Y si lo que quieres es que no me aburra, ¡manda al chocolate a tomar viento de una vez! Si el que quiere comer el chocolate puede comprarse un mousse y queda tan contento, que además tiene burbujitas que dan una sensación muy especial al susodicho postre. ¿PERO QUÉ PASA CON LOS QUE QUEREMOS UNA COPA DE NATA EXCLUSIVAMENTE DESDE QUE TENEMOS USO DE RAZÓN? ¿Acaso la nata no tiene derecho a independizarse de la tiranía y el protagonismo del chocolate? ¡Coño! ¡Por lo menos que la pongan abajo, para darle más caché!
Conclusión, que si lo que quieren los señores de Danone es complacer a todos los consumidores que se aburren cuando empieza el chocolate: ¡que lo quiten y punto!


Yo recomiendo a todos los que disfrutan del sabor blanco por excelencia de la Copa Danone una técnica que llevo utilizando muchos años y que palia la falta de comprensión con los consumidores de nata de la Copa Danone (que por cierto, también tiene burbujitas como el chocolate del mousse. Que ahora que escribo esto, esa es otra. Ya que no quitan el chocolate, ¿por qué no lo ponen como el del mousse, con burbujitas, para darle más continuidad argumental al postre?). La técnica es la siguiente: coges muy poquita nata con la cucharilla mientras estás consumiendo esa parte de la Copa, porque ASÍ TE DURA MÁS. Probadlo. Os aseguro que funciona.
Historias fresorras. Carlos Tresandí.
Esta receta es una imitación casera de las famosas "Copas" de la marca Danone, que tanto marcaron los días de postre especial de mi infancia. Por mucho que me encantara el lácteo, encontraba su parte marrón demasiado abundante a la par que empalagosa, por lo que al final acababa empachada y harta de sugerir en sueños que Danone cambiara de proveedor de chocolate. Este postre me parece una estupenda forma de acabar una comida de fiesta y es ideal para los niños. Y también para los mayores :P En mi versión incluyo como compañera de la nata cuajada de chocolate con leche, haciendo que apetezca comer nuestro vasito de principio a fin, sin esa sensación de grasa hidrogenada de lo industrial. Y dentro de lo que cabe, tiene un gran aporte de calcio por la presencia como ingrediente fundamental de la leche.
Esta vez no pongo paso a paso porque la elaboración es más sencilla que hacer la O con un canuto. Aparte, su tiempo de preparación está dentro de unos límites más que razonables. Si tenéis dudas, leed con atención el dorso del paquete de sobres de cuajada, que hasta tiene dibujitos y todo. Para los más vagos, la nata puede ser en spray. Para los perezosos a dieta, recuerdo que hay natas light. Eso sí, del sabor no me responsabilizo.


Ingredientes (para unos tres vasitos de tamaño medio):
* 500 ml de leche. Consejo nutricional: si el público objetivo del postre son niños, es recomendable utilizar leche entera.
* Una tableta entera de chocolate con leche de 125 gramos.
* Un sobre de cuajada Royal
* 50 gramos de azúcar 
* Para la nata montada casera (opcional): 200 ml de nata con al menos un 33% de materia grasa y dos cucharadas de postre de azúcar.

Elaboración:
1.  Separamos 250 ml de leche en una taza y disolvemos en ella el sobre de cuajada. Como es probable que se formen grumos, tendremos que aplastarlos contra las paredes del recipiente para conseguir que se disuelvan completamente.

2.  Ponemos el resto de la leche (otros 250 ml) al fuego en un cazo a fuego medio.


3. Cuando la leche esté a punto de hervir, agregamos la tableta entera de chocolate cortada a trocitos, removiendo con una cuchara hasta que se funda.

4. Cuando el chocolate esté fundido, añadimos el azúcar.

5. Una vez que la mezcla del cazo hierva, añadimos la leche con el sobre de cuajada disuelto sin dejar de remover. Esperamos a que hierva otra vez y retiramos del fuego pero sin apagarlo, ya que simplemente vamos a apartar el cazo del calor un momento para seguidamente volver a colocarlo en el fuego.

6. Cuando vuelva a hervir, retiramos completamente el cazo de la fuente de calor y repartimos con la mayor celeridad posible la mezcla en los vasos, llenándolos hasta unas 3/4 partes de su capacidad.

7. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego introducimos los vasos en la nevera como mínimo durante 4 horas, tapados con un poco de papel de aluminio.

8. (Opcional): Para montar la nata casera, vertemos la nata líquida (preferiblemente fría) con dos cucharadas de azúcar en un bol grande para que no salpique. Montamos con la batidora de varillas hasta que alcance una consistencia tal que al mover el bol la nata ni se inmute.

9. Pasado el tiempo reglamentario, sacamos los vasos de la nevera y decoramos con nata su superficie. ¡A degustar!


Hay verdaderas monadas hechas con sobres de cuajada. Una de las famosas es la tarta tres chocolates de webos fritos o bien esta tarta de limón y canela de un solo chocolate de Morgana. He cocinado ambas recetas y os puedo decir que a mí personalmente me gusta más que tenga una sola variedad de chocolate, porque la otra me satura un poquitín. Eso sí, tened en cuenta que en estos casos se sustituye la mitad de la cantidad de leche por nata, lo que hace recomendable no meterse un trozo de estas delicias de forma habitual. Personalmente si es un postre para compartir en familia, utilizaría siempre leche. Una correcta nutrición por encima de todo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comparte tu opinión: seguro que tienes mucho que decir